En unas islas desde donde entablar negocios es más fácil con Berlín y París que con Murcia u Oviedo, hace que el dilema de la internacionalización se convierta en un factor clave a la hora de abordar el desarrollo y crecimiento de las empresas. Para las empresas baleares, abrir nuevos mercados y explorar nuevos horizontes, nunca fue un problema para su estrategia comercial, les abre un abanico de posibilidades y les permite elegir entre diversas opciones a la hora de establecer un modelo de gestión empresarial, así como ahorrar en costes, mejorar procesos, aumentar la competitividad y la experiencia, incrementar la capacidad productiva y, en definitiva, generar más beneficios.
Los últimos datos sobre inversión exterior triplican este año en comparación con el año pasado, han pasado de 138 millones a 600 millones según datos del ministerio de industria, turismo y comercio; aunque el sector hotelero es el más visible a la hora de la expansión exterior, en los últimos años, las empresas energéticas, servicios y complementarios a la actividad turística, están abriendo mercado más allá de la Roqueta.
Las empresas baleares se han dado cuenta que los competidores son cada vez más globales y los mercados locales tradicionales se reducen. Aunque arriesgan en mercados muy lejanos, tienen pendiente un mercado muy atractivo y prometedor que es el continente africano. Otras comunidades como Madrid, Catalunya y Canarias se ha repartido en los últimos años las inversiones en el mercado africano y con resultados muy importantes, desde baleares solo se ha acercado a este mercado con tres cadenas hoteleras y poco más.
Si no se quiere perder la oportunidad de conquistar el mercado africano, las empresas de baleares tienen que darse prisa, establecer lazos y entrar en las cadenas de valor aprovechando las crecientes relaciones intrarregionales. Existen grandes oportunidades en el ámbito de infraestructuras y hay una gran demanda en los sectores de tecnología y un crecimiento enorme en las energías renovables: eólicas y fotovoltaicas.
Baleares son unas islas nacidas para ser internacionales, la expansión exterior es más fácil desde aquí que cualquier otra comunidad. Desde las calles de Mallorca a Menorca, puedes escuchar diferentes idiomas y encontrarte con diferentes colores de rostros durante todo el año, sea por los turistas o por los nuevos ciudadanos. Desde aquí tenemos todo el valor para reconquistar el mercado africano y otros mercados.
