Después de tres días esperando el resultando de las elecciones americanas seremos los primeros en avisar de que tenemos el cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Lo anunciamos oficialmente antes de cualquier otro blog u otro medio de comunicación y lo damos por sentado.
Solo cuatro presidente no han repetido en la historia de estados unidos, el primer presidente en no conseguir un segundo mandato en los últimos 100 años fue Herbert C. Hoover en las elecciones presidenciales de 1932. En este año, Estados Unidos sentía profundamente los efectos del crack de Wall Street de 1929 y la Gran Depresión. El siguiente fue Gerald Ford, no había sido elegido en las urnas: obtuvo la vicepresidencia de los Estados Unidos en 1973 tras la renuncia del anterior vicepresidente, Spiro Agnew, tras ser condenado por evasión fiscal. Un año después, el escándalo Watergate, un caso de espionaje y acoso a opositores políticos por parte del gobierno descubierto en 1972, forzó al presidente Nixon a dimitir, y Ford accedió así a la presidencia en 1974, para abandonarla en 1977 tras perder las elecciones de 1976 frente al candidato demócrata Jimmy Carter. El mismo que fue el siguiente en perder la reelección, cuatro años después, en 1980, contra Ronald Reagan. La popularidad de Jimmy Carter había caído debido a que en 1979 fueron secuestrados 66 ciudadanos estadounidenses en Irán, y a que la economía estadounidense se resentía a consecuencia de la subida de precios del petróleo. Una recesión económica tras el fin de la Guerra Fría y de la Guerra del Golfo, la pérdida de apoyo de las bases republicanas al incumplir su promesa de no crear nuevos impuestos hizo que George H.W Bush perdiese la reelección en 1992 contra Bill Clinton.
Y esta mañana el quinto en entrar en la historia de los perdedores de la reelección es Trump. Hoy es un día que marcará nuestra historia y la de nuestros hijos. La elección de Joe Biden como presidente de estados unidos para los próximos cuatro años, va a salvar la dignidad de un país, volverá a darle vida al multilateralismo, enterrará el populismo y sobre todo dará un impulso a la agenda mundial sobre el cambio climático.
La administración de Biden puede unir los esfuerzos para acabar con el cambio climático; de hecho, puede guiarlos. La vicepresidenta Kamala Harris ha anunciado que uno de sus primeros actos sería convocar una reunión de naciones con altas emisiones, tal vez animando a más de ellas a aumentar su ambición en anticipación a las próximas reuniones de la ONU en Escocia en 2021.
A estas horas, mientras medio mundo está despertando, los americanos van a ir a dormir con la conciencia tranquila, con la sonrisa por el trabajo bien hecho, y con la lección aprendida de que nunca volverá a pisar el despacho oval un presidente como Donald Trump. La democracia tiene estas cosas, cualquiera puede aspirar a tener el maletín nuclear, pero si no se aprovecha la oportunidad, estás condenado al olvido por la historia.
Todas las elecciones estadounidenses determinarán el carácter del país durante los próximos cuatro años. Y también tienen mucho que decir sobre cómo se sentirá el mundo: eso es lo que significa ser una superpotencia. Pero la elección de Joe Biden determina el sabor de los próximos cuatro milenios.
