España-Portugal-Marruecos 2030

La candidatura de Marruecos, España y Portugal para organizar la Copa del Mundo de la FIFA de 2030 se confirmará hoy en el congreso de la FIFA en Uganda. Esta candidatura es más que un simple intento por obtener la sede de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. En realidad, es una oportunidad para fortalecer las relaciones entre estos tres países y unir sus fuerzas en un objetivo común.

Cuando estudiaba Filología inglesa, en la clases de literatura, siempre me fascinaba “el eterno triángulo” : un elemento literario que se refiere a una situación en la que tres personajes están involucrados en una relación amorosa compleja y emocionalmente intensa. Aunque la candidatura de Marruecos, España y Portugal no es una relación amorosa, comparte algunos rasgos con este elemento literario. De hecho, los tres países están involucrados en una relación compleja y emocionalmente intensa; pero ahora compiten por la misma meta: organizar la Copa del Mundo.

Durante la Edad Media, la rivalidad entre Portugal y España por la hegemonía en la península ibérica fue un tema central. En el siglo XV, Portugal se expandió por África y Asia, estableciendo rutas comerciales importantes, mientras que España colonizó América y estableció un gran imperio en Europa. En ese mismo período, Marruecos se convirtió en una importante potencia comercial y militar en el norte de África. Sin embargo, en 1578, la Batalla de Alcazarquivir tuvo un impacto significativo en la política y la estrategia de la región. El ejército portugués liderado por el rey Sebastián I se enfrentó a las fuerzas combinadas del sultán de Marruecos y el pretendiente al trono. El resultado fue una aplastante victoria para el sultán y su aliado, el rey Felipe II de España, quien proporcionó tropas y suministros militares al sultán. Los prisioneros portugueses capturados fueron entregados a las fuerzas españolas, lo que reflejó la influencia indirecta de España en la batalla.

Esta batalla marcó el final de la intervención portuguesa en Marruecos y el comienzo de una época de tensiones entre Portugal y Marruecos. Además, la victoria del sultán marroquí y su aliado español reforzó la posición de España en la región, consolidando aún más su presencia en Marruecos y Argelia. La implicación española en la batalla se debió en gran medida a su interés en mantener el control de sus posesiones en el norte de África y limitar la expansión portuguesa en la región.

Sin embargo, en la actualidad, Marruecos, España y Portugal han dejado atrás sus diferencias históricas y se han unido para lograr un objetivo común. La candidatura para organizar la Copa del Mundo de la FIFA de 2030 es un proyecto ambicioso y emocionante que puede fortalecer aún más las relaciones entre estos países. Además, esta candidatura tiene un significado más allá del futbol, ya que puede contribuir  a cerrar la brecha entre África y Europa promoviendo un desarrollo económico y social sin precedentes en la región.es que al fin y al cabo , esto es Africalización.

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