Marruecos registra oficialmente 22.213 casos de infectados por el Coronavirus y un total de 334 muertes, con un fuerte aumento de las contaminaciones diarias desde la relajación de las medidas de contención severas. Para paliar los efectos del COVID-19 que han dejado en evidencia “deficiencias” en la estructura social, el rey de Marruecos anunció la semana pasada el lanzamiento de un “plan ambicioso para la reactivación económica”, que se traduce en una inyección de 120 mil millones de dirhams (11 mil millones de euros) en la economía marroquí (equivalente al 11% del PIB).
Un gran número de familias han sido arrojadas a la pobreza debido a los efectos económicos de la crisis de salud, junto con una grave sequía. Se espera que Marruecos experimente su peor recesión desde 1996 en 2020, con una contracción de más del 5% de su PIB, debido a la pandemia y el bajo rendimiento agrícola, según el Banco Central de Marruecos. Por eso en las vísperas de la fiesta nacional de Marruecos “la fiesta del trono”, todos los marroquíes estaban pegados a los televisores esperando el discurso del monarca. En un país que se ha perdido el interés por la política: “la figura de los representantes políticos cada vez más desgastada”; como en las grandes ocasiones, el pueblo solo miraba la señal que llegaba del palacio para fundirse de optimismo y esperanza. Así fue, a mitad de discurso, salto el anuncio: “Ha llegado el momento de lanzar, en los próximos cinco años, el proceso de generalización de la cobertura social en beneficio de todos los marroquíes; Este proyecto requiere una reforma rigurosa de los sistemas y programas sociales. «
Este proyecto se implementará a partir de enero de 2021 con la “generalización del seguro médico obligatorio y las asignaciones familiares” se extenderá también a «jubilación y compensación por pérdida de empleo”. La crisis vinculada a la pandemia ha puesto de manifiesto un cierto número de deficiencias, en particular la debilidad de las redes de protección social para los sectores más débiles de la población.
Marruecos con esta orientación, está demostrando que tiene visión y tiene un proyecto. Una inyección económica importante para las pequeñas y medias empresas y autónomos, un colchón social para toda la población. Nuestro vecino del sur ha escogido la salida inclusiva, un plan social para no “dejar nadie atrás”. Y si este plan tiene el sello de la Máxima autoridad del país, eso significa que irá por buen camino.
