El próximo fin de semana marca la celebración del Año Nuevo Chino, este año es el del conejo de agua. Este signo simboliza en la cultura china longevidad paz y prosperidad. Este nuevo año llega con la noticia del retroceso de la natalidad en China dejando así de ser el más poblado en favor de la India.
En medio de la incertidumbre global, China, con un PIB de 16,58 billones de euros en 2022 y una tasa de crecimiento de 3%, se posiciona como la segunda economía más grande del mundo. El gigante asiático lidera un grupo económico y político a nivel mundial llamado el BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India y Sudáfrica. esta agrupación tiene una oportunidad única de establecer su papel en la arquitectura mundial.
El término BRICS lo desarrolló en 2001 el economista Jim O’Neil para reunir los países con las economías más grandes entre los países emergentes. Pero la institucionalización de esta agrupación fue en el 2016 en la asamblea de naciones unidas en Nueva york. En este encuentro se reunieron los ministros de exteriores de estos países por primera vez para unir sus voces. Esta unión ha demostrado ser una fuerza importante en la economía mundial. Un PIB combinado de más de 16 billones de dólares, y una tasa de crecimiento en 2022 de 7 % frente al 5% mundial, demuestro su resiliencia frente a la crisis económica causada por la pandemia.
El cambio en el orden mundial es un proceso complejo y multifacético, impulsado por factores económicos, políticos y tecnológicos, y el BRICS es un ejemplo claro de cómo las naciones emergentes están siendo afectadas. El grupo de los cinco recibe a menudo solicitudes de entrada y cada vez más países se sienten huérfanos en el panorama global y buscan refugiarse en un paraguas a su medida. Argentina, Irán, Turquía, Egipto y Arabia Saudí son algunos de los países que han presentado su candidatura para entrar en el club.
El BRICS se enfrenta a desafíos significativos en términos de desigualdad económica y social por ello deben adaptarse a los cambios en el orden mundial para mantener su posición de liderazgo. Los propios cálculos de Goldman Sachs en el 2001 indicaban que los BRICS para el 2050 serán una potencia global.
Un proverbio chino indica que «diferentes cerraduras se deben abrir con diferentes llaves», enseñando que diferentes problemas deben ser abordados con herramientas diferentes. ¿Podría el liderazgo económico de China en el BRICS ser la llave para abrir nuevos caminos hacia la estabilidad global?
