Según un reciente informe publicado por “Africa Intelligence”, Argelia y Rusia están en negociaciones para la adquisición y modernización de sistemas de armamento militar por un valor estimado de hasta 12 mil millones de dólares. Esta compra masiva de armamento estaría respaldada por un aumento del 130% en los presupuestos destinados a la defensa que el gobierno argelino aprobó para el año 2023, como resultado del encarecimiento de los hidrocarburos y del gas, en medio del conflicto en Ucrania.
A pesar de los esfuerzos del secretario de Estado de Estados Unidos, Blinken, para persuadir a Argelia de que no se acerque a Rusia, estos han sido en vano. Si bien Washington y Argel mantienen buenas relaciones, esta gran compra de armas a Moscú, así como el eje conformado por Irán, Argelia y Moscú, que busca penetrar cada vez más en África, podrían marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Argelia y Estados Unidos.
Si se concreta el acuerdo entre Argelia y Rusia, el país podría convertirse en el primer comprador internacional del caza furtivo Su-75 Checkmate, aún en desarrollo, lo que lo colocaría en competencia directa con los aviones estadounidenses F-22 y F-35. Argelia obtendría con ello una superioridad aérea considerable, ya cuenta con sistemas de armamento de origen ruso y chino en sus bases, así como con drones y sistemas de misiles antiaéreos.
En cuanto a Libia, Rusia tiene una presencia significativa en el este del país, donde ha colaborado con el controvertido mariscal Jalifa Hafter desde 2015. Hafter, quien ha sido apoyado por diversas compañías privadas de seguridad militar, incluyendo el conocido «Wagner Group», ha dado indicios de que se presentará el o uno de sus hijos en las elecciones presidenciales que se realizarán en este año, lo que lo colocaría en contra del bloque que controla Trípoli y la ciudad-estado de Misrata.
Funcionarios de alto rango del Kremlin también han sostenido recientes reuniones con el ministro libio de Petróleo y Gas para aumentar el volumen del comercio bilateral, así como las inversiones y la cooperación científica y técnica, fortaleciendo proyectos ya en marcha, como el iniciado por la rusa Tatneft.
En el caso de Argelia, Rusia ha intensificado sus contactos en las últimas semanas, particularmente en la región del Sahel, un área geo estratégicamente crítica de interés para la UE. Los informes de un supuesto acuerdo secreto para la entrada de unidades del «Grupo Wagner» en la región no han sido confirmados por ambos gobiernos.
La posición estratégica de Rusia en el norte de África representa un peligro potencial para la OTAN y la Unión Europea, y requiere una respuesta clara y coordinada por parte de las instituciones europeas y los países miembros. Es importante que la UE y sus socios fortalezcan sus relaciones con Marruecos y otros países de la región, y trabajen juntos para contrarrestar la creciente influencia de Rusia y garantizar la estabilidad en la frontera sur europea.
